CHANEL Métiers d'art 2024-25

CHANEL Métiers d'art 2024-25 “Un sueño doblado en seda”. Historia de RUNWAY REVISTA. Foto cortesía: Chanel.

En el universo Chanel, viajar nunca ha significado tránsito. Significa transformación. Y esta temporada, para... 2024/25 Colección Métiers d'art, Chanel traza un viaje etéreo desde el número 31 de la rue Cambon hasta el Lago Oeste de Hangzhou, no mediante un mapa, sino de memoria.

Fotografiado por Mikael Jansson con la misma luz difusa que cubría el mes de diciembre. runwayLa campaña se despliega como un pergamino lacado, lacado, por supuesto, al gusto de Gabrielle Chanel. Sus preciados biombos Coromandel, tesoros chinos del siglo XIX que antaño custodiaban su apartamento parisino, le sirven de musa y portal. A través de ellos, la imaginación se desplaza hacia el este, hacia un lago envuelto en niebla en Hangzhou, donde las sombras se mueven como tinta sobre la seda.

Tilda Swinton, Liu Wen y Lulu Tenney nos guían a través de esta ensoñación, ni en París ni en China, ni en la actualidad ni hace un siglo. Llevan el sueño como una armadura: charmeuse de satén negro, plisado como la caligrafía de Lognon; camelias que florecen en encaje de terciopelo de Lemarié; y constelaciones de oro envejecido dibujadas por la mano de Goossens. Cada look es un susurro de los artesanos —Lesage, Montex, Massaro, Paloma— cuyo genio sustenta las colecciones de Métiers d'art y cuyo virtuosismo no requiere obertura.

El negro domina. No como vacío, sino como profundidad: lacado, repujado, desbordando misterio y claroscuro. Un abrigo largo de cuero, ceñido a la cintura, luce una camelia como una foca. Por otra parte, el satén fluye como la luz de la mañana sobre un marfil plisado, plasmado en una suavidad arquitectónica por Lognon. Las siluetas son increíblemente ligeras, pero nunca se pierden, ancladas siempre en la disciplina de la artesanía.

Hay movimiento aquí; no prisa, sino silencio. Una blusa con cinturón revela la silueta de un chaleco debajo, bordado lo suficiente como para ser percibido, no visto. Las botas son de charol, con tacones acolchados en espuma viscoelástica de otra época. Y en algún lugar de la mezcla: bolsos de viaje de cuero brillante, un neceser que antaño podría haber sido un cofre del tesoro, y el nuevo bolso CHANEL 25, ahora reluciente en tweed negro, como la noche en llamas.

Pero quizás el elemento más cautivador sea el diálogo entre Oriente y Occidente, pasado y presente, la realidad y su reflejo. La pantalla Coromandel no solo inspira un motivo. Reta a CHANEL a reimaginar la moda como un paisaje de posibilidades, donde la ropa no solo se usa, sino que se recorre.

Esto no es una colección. Es una procesión de artesanía, de cultura, de alta costura. De París a Hangzhou, del sueño al diseño, los Métiers d'art de CHANEL. 2024/25 no nos muestra adónde ir. Nos recuerda que la elegancia, como la memoria, nunca se detiene.



Publicado desde París, distrito 4, Francia.