Dolce & Gabbana Alta Moda Otoño 2024-25 Cerdeña. Historia de Eleonora de Gray, editora jefe de RUNWAY REVISTA. Foto/vídeo cortesía: Dolce Gabbana/Phillip K. Smith III.
Dolce & Gabbana Alta Moda en Forte Village en Cerdeña no fue solo un desfile de moda: fue una celebración de la cultura, la tradición y la meticulosa artesanía que ha definido a la marca durante más de una década.
Cada pieza de la colección fue un testimonio de la maestría artesanal que va más allá de la imaginación. El intrincado trabajo de filigrana, inspirado en las profundas raíces culturales de Cerdeña, transformó las telas tubulares tejidas a mano en impresionantes patrones tridimensionales. La combinación de hilos de oro en corsés, sujetadores, corpiños con incrustaciones de joyas y cinturones no sólo era visualmente deslumbrante; fue un sincero homenaje al patrimonio de la isla y a la elegancia atemporal de la artesanía Made in Italy.
Dolce & Gabbana desvela el arte de la talla en un homenaje a la artesanía y la cultura sarda. Grabados detallados y técnicas de bordado transformaron el mikado y la organza de terciopelo en diseños elaborados, cada pieza una obra maestra de Dolce & Gabbana Fatto A Mano. Los patrones, adornados con motivos de lentejuelas, dieron vida a las prendas, tejiendo una narrativa del enigmático pasado de Cerdeña con el arte característico de la marca.
Durante doce años, Dolce & Gabbana ha honrado las técnicas artesanales regionales de Italia y este año la atención se centró en Cerdeña, la segunda isla más grande del Mediterráneo. Las impresionantes joyas, con gigantescas gemas de colores dispuestas en corazones, plumas y medallones, mostraban la monumental tradición de la artesanía italiana. La filigrana, una técnica milenaria que convierte el oro en encaje, está presente en la isla desde la época fenicia, evolucionando a través de influencias árabes y españolas. Esta rica herencia quedó bellamente capturada en la colección, cada pieza es una fusión de historia e innovación.
Los detalles evocaban el coccòi pintau, un pan tradicional isleño elaborado con masa dura. Esta verdadera forma de arte, sin dos piezas perfectas, implica el uso de cuchillos, tijeras y tenazas para crear grabados y patrones especiales. La colección se hizo eco de esta singularidad con motivos florales y faunísticos que simbolizaban los símbolos ancestrales de la isla que se encuentran en el paganismo y el cristianismo primitivo.
Otra tendencia llamativa fue el uso de cadenas trenzadas con oro, diamantes y piedras de colores como zafiros, topacios, espinelas y rubíes. Las referencias a las ceremonias populares y religiosas de Cerdeña eran evidentes en los botones dorados, que recuerdan a la diosa fenicia Tanit, y en los rizos adornados con amuletos colgantes. Los querubines hechos de oro y con diamantes añadían un toque de elegancia divina, encarnando la combinación de herencia espiritual y cultural.
A medida que avanzaba la noche, quedó claro que Dolce & Gabbana había creado algo más que una simple colección de moda. Habían tejido un tapiz de cultura, tradición y artesanía sarda en cada prenda, cada pieza una historia, cada detalle un homenaje. La colección Alta Moda fue una sinfonía de texturas, colores y emociones, una celebración del rico pasado de la isla y la elegancia atemporal que define a Dolce & Gabbana.
Este evento fue un recordatorio de que la moda, en su forma más elevada, es un arte. Es un medio a través del cual se cuentan historias, se evocan emociones y se celebran culturas. Dolce & Gabbana Alta Moda fue una sincera carta de amor a Cerdeña, un testimonio de la belleza de la artesanía italiana hecha a mano y una impresionante muestra de tradición e innovación.