Fendi Otoño 2025-26 EN PRIMER PLANO

Fendi Otoño 2025-26 PRIMER PLANO “100: Un siglo en movimiento”. Historia de Eleonora de Gray, editora en jefe de RUNWAY REVISTA. Foto cortesía: Fendi.

La colección Otoño/Invierno 2025-2026 de Fendi no fue solo una runway El espectáculo fue un siglo de historia, condensado en una visión única y amplia. En un espacio transformado en el taller original de Fendi, donde las cinco hermanas Fendi esculpieron un imperio de cuero y piel, Silvia Venturini Fendi desentrañó el tiempo mismo. No se trataba de una simple retrospectiva. Era el pasado, reimaginado en el presente, con una mirada imperturbable hacia el futuro.

LA ARQUITECTURA DE LA MEMORIA

Desde el momento en que apareció el primer look, quedó claro: se trataba de una colección construida no sobre la nostalgia, sino sobre el recuerdo, la imaginación y la reinvención. runway, réplicas imponentes de las puertas originales del taller enmarcaban la escena, un pasaje entre el entonces y el ahora. Y atravesándolas: los nietos de Silvia, Tazio y Dardo, vestidos con réplicas impecablemente confeccionadas del mismo atuendo ecuestre que lució en el debut de Karl Lagerfeld en Fendi en 1966. Cinco generaciones de Fendi, entrelazadas en un solo instante.

La colección vibraba con esta tensión, entre rigor y fluidez, opulencia e ironía, precisión y sensualidad. Fendi siempre ha sido una casa donde las dualidades chocan y se fusionan, y aquí, ese diálogo alcanzó su forma más poética.

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LA ROPA: UN FUTURO ENRAIZADO EN LA HERENCIA

Fendi nunca se ha centrado en mirar atrás. En cambio, Silvia ha evocado la esencia del pasado y la ha reinventado en el presente con una colección que es a la vez profundamente íntima y sorprendentemente moderna.

  • La ropa de abrigo ocupó un lugar central, con abrigos de piel de oveja esculpidos que parecían arquitectura ponible, sus superficies transformadas con delicadas rayas Pequin y efectos de degradado tonal. Los abrigos de visón, trabajados en intrincados zigzags, recordaban la maestría técnica que hizo de Fendi sinónimo de piel, pero su ejecución parecía completamente nueva.
  • Abrigos sin cuello y siluetas envolventes Se susurraba sobre las matriarcas de Fendi, pero sus afiladas estructuras con hombros en forma de plátano hablaban de una mujer dueña de la habitación en la que entra.
  • Vestidos de cintura baja con ribetes de encaje oscilaban entre el romanticismo boudoir y la moderación moderna, sus siluetas eran a la vez nostálgicas e inconfundiblemente contemporáneas.
  • Separaciones de cuadros y creaciones de piel acolchada Un guiño al pasado de la marca, pero su confección impecable sugería algo mucho más orientado al futuro.

Y luego estaban los gorros de red, velos finísimos que enmarcaban los rostros de las modelos. Un homenaje sutil y reverente a la propia Adele Fendi, a quien rara vez se la veía sin una red sobre su moño. Esta noche, esos moños estaban enrollados en la forma del infinito, un emblema del continuo creativo de Fendi, que se renueva constantemente.

BOLSOS Y ZAPATOS: UN SIGLO EN FASE DE CREACIÓN

Ninguna celebración de Fendi estaría completa sin un momento para sus accesorios más codiciados, y Silvia ofreció una clase magistral sobre evolución.

  • La baguette: reinventada pero eterna. De gran tamaño en suave piel de cordero, de tamaño reducido en cuero acolchado o adornado con rayas Pequin, cada versión se sentía como un puente entre décadas.
  • El Peekaboo, reducido a su esencia. Despojado de excesos pero saturado de detalles, elaborado con pieles exóticas y napa flexible, su forro interior revela susurros del pasado.
  • Un nuevo ícono: El Centenario. Un bolso estructurado con asa superior presentado para el centenario, cuya forma recuerda los primeros diseños de bolsos de la casa, pero realizado en pieles luminosas que parecen espejos y que parecen moverse bajo el sol. runway luces.

¿Y los zapatos? Una lección de contrastes. Botas de aguja muy afiladas, con tacones esculpidos en forma de la "F" entrelazada de Fendi, contrarrestadas por zapatos planos acolchados y suaves que daban la sensación de caminar sobre nubes. Sandalias de tiras que rodeaban los tobillos como cintas, un guiño a la artesanía romana con un toque de rebelión moderna.

LAS MUÑECAS FENDI: UNA HISTORIA EN MINIATURA

Entre la grandiosidad de la colección centenaria de Fendi, un detalle extravagante se robó el protagonismo: las muñecas. No eran simples accesorios ni baratijas para colgar de los bolsos, sino figuras de cuerpo entero, vestidas con el mismo aspecto que sus contrapartes de tamaño natural.

Silvia Venturini Fendi, siempre narradora, presentó estos muñecas de moda como el sueño de un coleccionista, una carta de amor a la artesanía y un homenaje al legado centenario de maestría artesanal de la casa. No eran simples muñecas; eran mini musas de Fendi.

De casi la altura de una bolsa, estos Compañeros de punto desfilaron por el runway en versiones en miniatura de las piezas más exquisitas de la muestra. Algunos agarraban sus propias baguettes diminutas, otros miraban a través de gafas de sol extragrandes, con sus moños tejidos esculpidos a la perfección. Algunos incluso fueron vistos escondidos bajo los brazos de las modelos, como si estuvieran desfilando junto a ellas, un guiño surrealista y lúdico a la capacidad de Fendi para equilibrar la ironía y la elegancia en igual medida.

Las muñecas de los hombres, vestidas con sus tejidos de mohair a rayas y abrigos de visón tonales, contrastaban perfectamente con las ediciones de las mujeres, envueltas en conjuntos de cuero acolchado o flotando en delicados vestidos con ribetes de encaje. La atención al detalle fue asombrosa—hasta las puntadas minuciosas que trazaban las rayas de Pequin, los delicados velos de tul e incluso las microversiones de los moños con giro infinito que enmarcaban los rostros de las modelos reales.

Estos no eran solo runway novedades. Eran objetos de colección en proceso de creación, Diseñados para ser apreciados, para ser sostenidos, para ser recordados. En un año que marca el centenario de Fendi, encarnaron la filosofía central de la casa: el lujo está en los detalles, y el pasado y el futuro existen en constante diálogo, incluso en la palma de la mano.

Fue un momento lúdico, íntimo y profundamente sentimental, prueba de que El futuro de Fendi tiene que ver tanto con la narración como con el estilo. Porque, ¿qué es un siglo de moda sino un siglo de personajes, narrativas y recuerdos tejidos, tejidos y esculpidos en algo atemporal?

3 Muñecas Fendi Otoño 2025 26 Runway Magazine

EL LEGADO CONTINÚA

Hace cien años, Adele y Edoardo Fendi sentaron las bases de algo que trascendería su propia época. Hoy, Silvia Venturini Fendi nos recuerda que este legado todavía se está escribiendo.

A finales de este año, Fendi abrirá un taller de pieles en Milán, toda una declaración de intenciones. El vestido de lunares rojos que cerró el desfile, una intrincada proeza de maestría técnica, fue un testimonio de la capacidad de la casa para evolucionar sin perder su alma.

Como lo expresó la propia Silvia:

“Fendi me recuerda al futuro. No quería detenerme en los archivos, quería explorar mis propios recuerdos, reales o imaginarios, de lo que Fendi fue y lo que significa hoy”.

Y si algún día Tazio y Dardo se encuentran al mando, heredarán más que un nombre: heredarán una visión: un siglo en movimiento, siempre avanzando.

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Publicado desde Milán, Municipio 1, Italia.