Dior Primavera Verano 2024 Prêt-à-porter “Brujería y monstruos”. Reseña de Eleonora de Gray, editora jefe de RUNWAY REVISTA. Foto cortesía: Christian Dior.
La colección Primavera Verano 2024 de Dior, “Sorcery and Monsters”, es una desviación desconcertante de la estética típicamente elegante y sofisticada de la marca. La visión de Maria Grazia Chiuri de brujas convertidas en monstruos está, lamentablemente, ejecutada de una manera que carece de gusto y refinamiento.
El uso de looks negros que se asemejan a vestidos de brujas rasgados y abrigos adornados con motivos de la Torre Eiffel mal pintados es discordante y no logra evocar ningún sentido de innovación en la moda. Las flores negras que se asemejan a un virus solo se suman a las imágenes inquietantes de la colección.
Los mensajes feministas pegados en las paredes, aunque importantes, se sienten fuera de lugar y forzados, intentando compensar la falta de coherencia en los diseños. La afirmación: “El fucsia con amarillo no es un malvavisco; es mi manera de resaltar lo que está mal y lo que está bien”, se siente más como un intento desesperado de salvar una colección que no cumple con las expectativas.
El intento de Maria Grazia Chiuri de combinar el estilo medieval con siluetas masculinas da como resultado una colección incómoda e inconexa. La inspiración extraída del trabajo del artista italiano Alberto Burri parece más una asociación forzada que una integración perfecta.
La paleta de colores de ceniza, manzanilla y pociones de amor sólo sirve para hacer que la colección parezca aún más sombría y poco atractiva. La transformación del icónico patrón Mille-fleurs de Dior en un motivo oscuro carece de la sofisticación que uno esperaría de la marca.
La colección Primavera Verano 2024 de Dior deja mucho que desear. No logra cumplir con la reputación de elegancia y estilo de la marca, sino que presenta una colección que es a la vez visualmente poco atractiva y temáticamente confusa. Esta colección representa un claro alejamiento de la gracia y el refinamiento con los que se ha asociado a Dior durante mucho tiempo.
Como si las deficiencias visuales de la colección no fueran suficientes, se vuelve aún más inquietante cuando uno reflexiona sobre la moralidad de esta una vez hermosa casa. Dior, que alguna vez fue sinónimo de gracia y elegancia, ahora parece haberse transformado en un monstruo. LEA MÁS SOBRE EL VERDADERO ROSTRO DE DIOR.
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