Prada Primavera Verano 2025 “Un rechazo desafiante a la era algorítmica”. Historia de RUNWAY REVISTA. Foto cortesía: Prada.
Como siempre, Miuccia Prada y Raf Simons tienen un don para captar el espíritu de la época con precisión quirúrgica. Apenas unos días después de que Meta anunciara nuevas configuraciones de privacidad para los usuarios adolescentes de Instagram (respondiendo, aunque tardíamente, a las crecientes críticas sobre la omnipresencia de los algoritmos), el icónico dúo de diseñadores ofreció su propia crítica visual de nuestras vidas impulsadas por algoritmos. Su colección Primavera/Verano 2025 no fue solo un desfile de moda; fue una conversación subversiva sobre la individualidad, la creatividad y el desafío a la monotonía algorítmica que impregna la cultura actual.
El desfile en sí fue nada menos que audaz. Sombreros con antiparras, faldas con aberturas en los ojos y toques de estilo vaquero americano, como faldas suspendidas de arneses y flecos de cuero blanco, se fusionaron a la perfección con un núcleo de ropa deportiva. A primera vista, la colección parecía caótica, pero en su falta de cohesión se encontraba su brillantez. Prada y Simons están redefiniendo lo que significa estar a la moda en un mundo donde “el algoritmo” nos empuja hacia la uniformidad del lujo silencioso y las tendencias recicladas.
“La secuencia de realidades concurrentes son aquí dedicatorias al individuo, cada look un reflejo único de su presente”, presentan los diseñadores en su declaración. “La humanidad, definida por su imprevisibilidad, rechaza instintivamente lo esperado, contrasta con lo impulsado por algoritmos”.
Este espíritu se expresó no sólo a través de los cuellos de camisa con alambres y los cinturones con efecto trampantojo, sino también en la gran variedad de zapatos y accesorios, cada uno de ellos una renovación única de colecciones anteriores de Prada. Los elementos de archivo se combinaron con diseños futuristas, casi extraterrestres, pero la desarticulación fue intencional. No hubo un tema singular, ninguna "línea conductora" para la colección, y ese fue precisamente el objetivo. Los diseñadores no solo estaban jugando con la estética; estaban desafiando la tiranía de la narración lineal en la moda.
La colección no solo se nutre de elementos de distintas épocas de Prada, sino que también desafía cualquier sentido de orden cronológico. Existía en un espacio donde podían coexistir múltiples líneas de tiempo, pasadas y futuras: una representación visual de la aleatoriedad que ofrece la vida real, lejos de los algoritmos predecibles que moldean nuestras experiencias en línea. Prada y Simons defienden la moda (y la vida) más allá del algoritmo: un mundo donde las infinitas opciones dan lugar a infinitas oportunidades de expresión.
“La noción del superhéroe”, añadieron, “representa la capacidad de acción de un individuo, el poder de la creatividad como medio para transformar”. Esta idea de empoderamiento personal, de rechazo a un enfoque de talla única para la moda y la vida, impregnó cada look que apareció en la runwayYa sea un vestido de lentejuelas plateadas combinado con una cazadora amarilla o un atuendo adornado con flecos y elegantes detalles metálicos, cada conjunto parecía una celebración de la contradicción y la libertad creativa.
En una era en la que la moda se ve cada vez más presionada a adoptar lo sutil y lo elegante, impulsada por el auge del lujo discreto y la uniformidad respaldada por algoritmos, Prada y Simons se están posicionando como defensores de la individualidad y lo inesperado. Su colección Primavera/Verano 2025 no es solo una rebelión contra las tendencias; es un manifiesto para el futuro de la moda.
Miuccia y Raf han dado a los excéntricos de la moda, a los visionarios y a los inconformistas un universo entero de ideas sobre las que jugar y, en el proceso, nos han recordado que el poder de la moda no reside en su capacidad de adaptarse, sino de transformarse.