Simone Rocha Primavera Verano 2025 “Un ballet de belleza, miedo y perturbación”. Historia de RUNWAY REVISTA. Foto cortesía: Simone Rocha.
La colección Primavera/Verano 2025 de Simone Rocha fue más que un simple desfile de moda; fue una clase magistral de narrativa, emoción y contradicción. La última presentación de Rocha, que tuvo lugar en el venerable Old Bailey, el histórico tribunal penal de Londres, parecía un drama judicial en sí mismo: rico en matices, con muchas capas de intriga y lleno de significados ocultos.
El proyecto de runway Se convirtió en un lugar donde la delicada belleza del ballet colisionaba con visiones más oscuras e inquietantes, incluidas imágenes inquietantes de un rostro de mujer deformado, que aparecía como estampados fantasmales en algunas prendas. Fue una colección que no solo exploraba la belleza, sino que la interrogaba, dándole la vuelta.
La danza como narrativa central: el ballet y el trauma
La danza, especialmente las obras rompedoras de los coreógrafos Michael Clark y Pina Bausch, fue una inspiración fundamental. El “Nelken” de Bausch, su exploración del amor extremo y traumático, estuvo notablemente presente en los motivos que se entrelazaron a lo largo de la colección. Estos claveles aparecieron como botones ornamentales en trajes, arneses de malla de cristal, medias y delicadas bragas, simbolizando una belleza que es tan frágil como violenta. Este toque floral proporcionó un lenguaje visual romántico y a la vez inquietante que hablaba tanto de la gracia como de la cruda agitación emocional de la obra de Bausch.
El tema de la danza se extendió a las prendas mismas, en particular a través de los cardigans de punto tipo ballet y los abrigos de lana con cortes. Estas piezas, envueltas sobre tutús, evocaban la imagen de bailarinas atrapadas en un momento entre lo privado y lo público, mezclando el mundo del ensayo con la formalidad de la indumentaria escénica. Había una ambigüedad deliberada: ¿eran estos artistas detrás del escenario o personajes atrapados en un ritual de belleza y expectación?
La exploración de la belleza por parte de Rocha tomó un giro más oscuro con la integración del arte por parte de Genieve Figgis. Conocida por sus reinterpretaciones de pinturas canónicas, la obra de Figgis a menudo distorsiona y desfigura los rostros humanos, agregando capas de caos e incomodidad a las imágenes familiares.
En runwayEstas imágenes aparecieron como huellas que rondaban las prendas como fantasmas. Los rostros deformados parecían desafiar al público a confrontar lo que se esconde bajo la superficie de la perfección, un inquietante recordatorio de que la belleza también puede ser perturbadora.
Estas prendas estampadas fueron declaraciones poderosas en una colección rica en contrastes. Un look presentó un vestido de satén de seda negro con una falda amplia, provocativamente abierta en la parte delantera para revelar ropa interior adornada con claveles. Otro presentó a una pareja envuelta en prendas con capas de tul y más aplicaciones florales, como si las conservaran en un capullo frágil y transparente. Estos diseños hablaban de la tensión entre la exposición y la ocultación, un tema recurrente que reflejaba la narrativa más amplia de la colección.
Las zapatillas de ballet modificadas con suelas de zapatos de conducir, los Crocs adornados en constante evolución de Rocha y los bolsos de mano con forma de pato brillante agregaron elementos lúdicos e inesperados. El debut del denim índigo de la marca Rocha, cortado en formas de ropa de trabajo y adornado con adornos de claveles metálicos, inyectó un toque de pragmatismo rebelde a la colección.
Sin embargo, el desfile no estuvo exento de matices críticos. El marcado contraste entre la multidimensionalidad de las prendas y el estrecho espectro de formas corporales que se mostraron en el desfile puso de relieve un sentimiento de toda la industria. issueEn una colección que celebraba tantas formas de belleza y complejidad, la falta de diversidad de tamaño y forma en el runway Me sentí terriblemente fuera de lugar.
La colección Primavera Verano 2025 de Simone Rocha fue una danza evocadora de contradicciones: una mezcla de ballet y brutalidad, belleza y miedo, personal y performativa. Con el solemne telón de fondo del Old Bailey, La colección no se limitó a contar una historia; planteó preguntas sobre la naturaleza de la belleza, los límites de la perfección y los espectros inquietantes que a menudo se esconden detrás de una fachada elegante. El trabajo de Rocha continúa desafiando los límites de la moda, empujándonos a mirar más de cerca, pensar más profundamente y abrazar la complejidad de la condición humana.