Entre bastidores Dolce Gabbana 2025 Runway show. Historia de Eleonora de Grey, editora en jefe de RUNWAY Revista. Foto cortesía: Dolce Gabbana.
La Semana de la Moda de Milán siempre ha sido un punto de encuentro para los mejores diseñadores del mundo, pero el desfile Primavera Verano 2025 de Dolce & Gabbana fue único. Con Madonna sentada en primera fila y la colección dedicada a su influencia cultural, el evento estaba destinado a hacer historia en la moda. El desfile fue un homenaje provocador a la icónica colaboración de Madonna en la gira Blonde Ambition de 1990 con Jean Paul Gaultier, reinventando el legendario corsé cónico para una nueva generación de mujeres empoderadas. Detrás de la grandeza, había una intrincada red de inspiración, arte y magia detrás de escena que dio vida a este evento memorable.
Una combinación perfecta de nostalgia e innovación
A puertas cerradas, Domenico Dolce y Stefano Gabbana se centraron en una sola cosa: fusionar el espíritu rebelde de los diseños de Jean Paul Gaultier con su característica artesanía italiana. Semanas antes del desfile, el dúo de diseñadores revisó la obra de Gaultier, diseccionando el arte detrás del corsé cónico y explorando cómo podrían traducirlo a su propio lenguaje.
El taller de Dolce & Gabbana se convirtió en un hervidero de energía creativa, con un equipo dedicado de artesanos que elaboraban cuidadosamente cada pieza, utilizando las famosas técnicas de encaje y bordado de Italia. No se trataba solo de un homenaje, sino de una celebración de la evolución de la feminidad, que canalizaba el pasado provocador de Gaultier y, al mismo tiempo, hablaba a la mujer moderna. Si bien el trabajo original de Gaultier era crudo y atrevido, Dolce & Gabbana suavizó los bordes, creando una sensualidad que era audaz pero femenina, feroz pero refinada.
El regreso de Madonna al centro de la escena de la moda
Mientras los rumores circulaban por Milán sobre la participación de Madonna, la expectación alcanzó su punto álgido. Dentro del estudio de Dolce & Gabbana, la emoción era palpable. La presencia del icono del pop no era sólo simbólica, sino personal. Después de todo, fue la propia Madonna quien, a principios de los años 90, había redefinido la moda y la cultura pop con el sujetador cónico de Gaultier. Su aparición en el desfile, bajo un velo de misticismo, significó el momento de cierre del círculo que Dolce & Gabbana había trabajado tanto para crear.
En los últimos días previos al desfile, Madonna estuvo muy involucrada en algunas de las decisiones de estilo. Aunque su papel se mantuvo en secreto, se dice que participó en la elección de algunas de las piezas que llegaron al desfile. runway¿Uno de sus pedidos clave? Asegurarse de que la esencia de la mujer empoderada (su fuerza, su libertad y su encanto) estuviera en primer plano en cada look.
El corsé: una interpretación moderna de una revolución de la moda
La pieza de resistencia de la colección, el corsé cónico rediseñado, fue el resultado de semanas de meticuloso diseño. El proceso creativo de Dolce & Gabbana fue una clase magistral de artesanía italiana. A diferencia del original de Gaultier, que era una declaración de feminidad audaz y casi desafiante, la versión 2025 adoptó una interpretación más fluida y elegante. El corsé ya no era un símbolo independiente, sino que se integró a la perfección en vestidos, chaquetas e incluso capas, imbuyendo cada pieza de la fuerza y la sensualidad de la forma femenina.
Los diseños estaban adornados con encajes italianos, seda y cuero, y cada puntada representaba la unión del pasado y el presente. Corsés en capas sobre faldas vaporosas, hombros exagerados y telas transparentes fueron creados con el doble objetivo de honrar el legado de Gaultier y, al mismo tiempo, insuflar nueva vida al concepto de poder femenino. El público, inundado de admiración, fue testigo de un nuevo capítulo en la moda: un encuentro de dos eras distintas pero con una visión que trascendía el tiempo.
Una mirada detrás de escena: la artesanía se encuentra con el arte
Aunque se cree que un runway Deslumbrante, entre bastidores, la atmósfera era de serena precisión. Los sastres y costureras, que habían trabajado incansablemente en cada prenda, hacían los ajustes finales. Los maquilladores y peluqueros, encargados de equilibrar la nostalgia y la modernidad, hicieron referencias cuidadosas al estilo característico de Madonna de los años 90, al tiempo que incorporaban tendencias contemporáneas.
Madonna, la reina indiscutible del pop y la moda, se sentó en primera fila con un aire de intriga y tranquila satisfacción. Aunque velada, su mera presencia electrizó la atmósfera, y su gesto de aprobación después del desfile lo dijo todo: Dolce & Gabbana había hecho más que honrar el pasado: lo habían elevado.
El impacto de la colección en la Semana de la Moda de Milán
El desfile de primavera/verano 2025 de Dolce & Gabbana fue un momento en el que el pasado se encontró con el presente, en el que la nostalgia se encontró con la innovación. El corsé cónico reinventado fue una metáfora de la evolución de la feminidad en sí misma, un testimonio de cómo la moda, al igual que las mujeres, evoluciona sin perder sus elementos más poderosos. Desde la elaborada artesanía detrás de escena hasta la mirada de aprobación de Madonna desde la primera fila, el desfile encapsuló el espíritu de la Semana de la Moda de Milán en su forma más pura: audaz, innovador e inolvidable.
Cuando las luces se apagaron y la última modelo desapareció detrás de la cortina, el mensaje fue claro: la influencia de Madonna es atemporal y Dolce & Gabbana había consolidado su lugar como conservadores modernos de la feminidad. La colección Primavera/Verano 2025 no fue solo un homenaje a un ícono; fue un recordatorio de que la moda, al igual que la mujer empoderada, nunca puede ser contenida, solo puede evolucionar.
Ver todo el detrás de escena del desfile de prêt-à-porter Dolce Gabbana 2025




























