Hermes Primavera Verano 2026 “Rienda suelta”. Historia de RUNWAY REVISTA. Foto cortesía: Hermès.

“Rienda suelta”. El título de la colección Primavera-Verano 2026 de Hermès no es solo un gesto poético, sino un manifiesto. Una silueta liberada, un paso firme y una mirada que alcanza el horizonte sin complejos. Nadège Vanhee-Cybulski, directora creativa de prêt-à-porter femenino de Hermès desde 2014, ofreció una meditación precisa sobre el movimiento y la maestría. Esta no era una colección para la soñadora sumida en la ensoñación, sino para la mujer que sabe exactamente adónde va y prefiere viajar sola.

La colección se abre con una sensación de soltura, pero no de suavidad. Al fin y al cabo, esto es Hermès. El cuero no es decorativo, sino estructural. El dominio de Vanhee-Cybulski del vocabulario artesanal de la casa, desde el pespunte hasta la seda técnica, se hace evidente en cada dobladillo. Algodones frescos, cueros de brida y linos frescos convergen en un armario de verano creado para la realidad, no para la fantasía.

Chalecos entallados sobre pantalones fluidos. Cabestros esculturales con espaldas descubiertas. Los colores se inclinan hacia lo elemental: arena desteñida por el sol, siena, arcilla, óxido y un negro imponente. Los accesorios se mantienen fieles al espíritu ecuestre de la casa: sandalias planas con correas de brida, bolsos tipo cubo que parecen alforjas portátiles y cinturones que evocan arneses más que decoración. Nada de frivolidades. Nada de distracciones. Todo tiene una razón de ser y un destino.

Vanhee-Cybulski ha sido durante mucho tiempo una figura discreta en la moda parisina. Hace una década, dejó su puesto como directora de diseño en The Row de Nueva York para tomar las riendas de Hermès. Fue un momento discreto pero decisivo: uno de esos nombramientos que dicen mucho sin necesidad de comunicados de prensa. Diez años después, ha grabado un lenguaje único en la casa, uno que no proclama lujo, sino que susurra legado.

Y, sin embargo, la neoyorquina que lleva dentro persiste. Hay un matiz en su minimalismo: la sensación de que bajo la superficie de la seda, algo siempre se mueve. Conoce el valor de la moderación. Del silencio. De dejar que el corte hable por sí solo.

"Libertad" no es una desviación. Es la continuación de una década de construcción lenta y reflexiva. El vestuario de una mujer, pero también su visión. Precisa, empoderada y, sobre todo, sin ataduras.

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